La era digital ha traído consigo cambios que exigen un proceso de adaptación por parte de la sociedad. Esto, a su vez, ha abierto un sinfín de posibilidades para el cumplimiento de tareas que en algún momento dependían de procesos análogos para ser ejecutadas. En esta ocasión hablaremos de una de las alternativas que surge: la cadena de bloques y su convergencia con el mundo de la publicidad. Sin embargo, primero es necesario responder qué es blockchain y cómo hacer publicidad a través de este sistema.
El blockchain, también llamado cadena de bloques, es un mecanismo que busca la eliminación de intermediarios en movimientos, intercambios y procesos; su finalidad es designar a los usuarios como las personas a cargo de llevar registro de las acciones y transacciones que se realicen, descentralizando la gestión a la vez que se protege la información de quienes hacen parte de la red.

Antes de establecer una relación entre el blockchain y la publicidad, debemos tener en cuenta otro elemento de importante comprensión: ¿por qué el blockchain es seguro? Para responder esto hace falta explicar dos aspectos:
- Hay tres componentes que constituyen una cadena de bloques: primero, la información de la acción o transacción (emisor, receptor, fecha, producto, entre otros).
Segundo, el hash o número de identificación del bloque, que es único y cambia cada que la información contenida se modifique (al realizar una transacción).
Tercero, el hash del bloque anterior, para que así puedan estar conectados y funcionar como una red. Cabe aclarar que en caso de que los seriales no coincidan, no habrá acceso a la información.
- El segundo aspecto para tener en cuenta es que su seguridad radica en que siempre hay muchos ojos mirando, lo que lo hace un mecanismo de almacenamiento de información fuera de lo convencional. La descentralización anteriormente mencionada permite que veamos el blockchain como base de datos, donde cada usuario que haga parte de ella tiene la posibilidad de hacer veeduría de que todos los procedimientos sean transparentes.
Modificar la información contenida en una cadena de bloques de manera fraudulenta requeriría cambiar toda la red, lo que tomaría mucho tiempo. Además, es casi imposible hacerlo ante tantos ojos de forma desapercibida.

Una vez se entiende el blockchain y cómo funciona, su aplicación en los diferentes campos se hace un poco más comprensible. En este caso, la publicidad encuentra diferentes formas de aplicación, comenzando con la que va más acorde a la finalidad de este sistema: la descentralización.
El comercio electrónico cada vez está más presente, pero la mayor parte del tiempo lo hacemos a través de plataformas que nos conectan con la persona o entidad que vende/compra.
Una oportunidad de innovación para este sistema ofrecería, por ejemplo, la posibilidad de conocer el estado real de los productos que compramos, o el ahorro de comisiones que se le pagan a las grandes industrias. Asimismo, el manejo de nuestros datos dejaría de estar en manos de las grandes empresas.
“Se estima que pronto será el turno del marketing y la publicidad, debido justamente a la naturaleza descentralizada y libre de intermediarios que tiene como pilar su funcionamiento”
José Gabriel García Ortega, experto en marketing digital y CEO de la agencia La Caja Company, en declaraciones para el medio Byte.
Otra ventana de posibilidad que halla la publicidad es lo que conocemos como “el internet de las cosas”. Cada vez es más real que los electrodomésticos y dispositivos tecnológicos que usamos se comunican entre sí para suplir necesidades. Aquí surge un abanico de oportunidad para realizar convenios entre marcas y usuarios, tanto para hacer publicidad, como para satisfacer la necesidad de productos y servicios de quienes hagan parte de la red de blockchain mencionada.
Cuando se nos ofrece un producto o servicio, procesamos toda la información que hay a nuestro alcance para tomar la mejor decisión; a pesar de esto, es común sentir que nos falta todavía más conocimiento para tener certeza sobre esta compra o movimiento. Es así como la cadena de bloques, una vez más, abre una nueva puerta: utilizar esta red para que a través de ella se tenga la información suficiente del producto o servicio que vamos a adquirir: confiabilidad, durabilidad, rendimiento, eficiencia, entre otras posibilidades que varían según lo que estemos próximos a adquirir.

Como sociedad avanzamos de la mano de la tecnología. Es por esto por lo que recién se comienzan a descubrir las alternativas que hay detrás de cada invención, y a medida que el tiempo pase seguiremos encontrando nuevas formas de aplicación para estas.
Es seguro que aún no conocemos todo el potencial que tiene la cadena de bloques, pero todo indica que cada vez surgirán nuevas estrategias, y cualquier procedimiento que priorice la tranquilidad de quienes lo ejecuten será bien recibido.
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